1826, en Valencia, España, en la Plaza del Mercado, tiene lugar el último auto de fe realizado en España contra Cayetano Ripoll, condenado por hereje a morir en la horca y ser quemado después, aunque, al no consentirse tan horrible espectáculo en aquel tiempo, la sentencia dispone que la quema no sea real, sino simulada por medio de llamas pintadas en un cubo, dentro del cual se pondrá el cadáver para ser luego arrojado al río.
Un decreto de 15 de julio de 1834 abolirá definitivamente el Tribunal de la Inquisición, creado en 1478.